Para profundizar el tema del CapÃtulo General—Con la fuerza del EspÃritu compartimos buenas nuevas entre los pueblos—y nuestro foco—la misión de Jesús nuestra misión—el P. Heinz Kulüke SVD iluminó el dÃa entero tras compartir con nosotras 2 temas: uno sobre la parábola del “Buen Samaritano†y el otro sobre “Jesús el Cristo – Manteniendo vivo el fuego por la misiónâ€. Cada charla fue seguida por tiempos de reflexión personal y compartir grupal.  La primera ronda de reflexiones y compartir se centró en recordar historias en las que yo/nosotras habÃamos sido samaritanas, dónde pude/pudimos ayudar a otros y dónde pasé/pasamos de largo, mientras que en un segundo momento, reflexionamos acerca de nuestra imagen de Dios en el pasado, presente, futuro. Al final del dÃa, durante la Celebración EucarÃstica, nuestras historias fueron parte de la celebración penitencial y la homilÃa.
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El Buen Samaritano
           Partiendo de su propia experiencia de vida y misión, el P. Heinz contextualizó la parábola del Buen Samaritano a nuestros tiempos compartiendo sus historias y cómo habÃa sido a veces etiquetado, atacado, engañado y hasta rechazado por haber estado trabajando en cercanÃa con los pobres. Su mensaje central fue que estuviéramos más cerca de la gente, que no pasáramos de largo y que fuéramos responsables. Al intentar responder a las diferentes situaciones la pregunta que nos guÃe deberÃa ser: “Si no me detengo, qué le pasara a este hombre/mujer herido/a. “Ir y hacer lo mismo†significa mostrar compasión, esto es de lo que se trata la misión. Compasión, de acuerdo a Miester Eckhart, es otro nombre para Dios.
También enfatizó la importancia de trabajar con los laicos, de aceptar su ayuda especialmente al ir envejeciendo y debilitándonos. Para convertirnos en buenos samaritanos necesitamos otros buenos samaritanos que nos ayuden.
Jesús el Cristo – Manteniendo vivo el fuego por la misión
El P. Heinz mostró varias imágenes de Dios en la Biblia, en la tradición cristiana y en otras religiones. Advirtió sobre el peligro de crearnos un Dios de acuerdo nuestra propia imagen. A Dios no se lo puede contener de ninguna manera. Tener imágenes falsas de Dios puede culminar en un desastre. Sólo yendo más allá de estas imágenes podemos experimentar a Dios como compasión y liberación. Nuestra imagen de Dios puede cambiar con el tiempo y con nuestras experiencias pero su amor siempre permanece. Citó a escritores, pensadores, teólogos y artistas que mostraron diferentes imágenes de Dios cada uno expresándose a través de diferentes medios. Mencionó a San AgustÃn y Meister Eckhart cuyos trabajos están repletos de imágenes de un Dios que perdona y abraza la fragilidad humana.
Nuestra respuesta misionera está directamente relacionada con nuestra propia imagen de Dios. Cualquier cambio en el futuro tanto a nivel personal como congregacional dependerá de la imagen de Dios que tengamos. La imagen más cercana que tenemos de Dios es la de Jesús, Jesús fortalecido por el EspÃritu. Es el EspÃritu el que determina por completo la actividad de Jesús. Muchas veces nos olvidamos que misión se trata de ser como fue Jesús, vivir como él vivió, enseñar como el enseñó y amar como el amó. Es sólo asà que la misión de Jesús se convierte en nuestra misión.
El P. Heinz aseguró a las hermanas que cuando Dios nos llama a su servicio, también nos concede la gracia que necesitamos para llevarlo a plenitud.
Nossa comunidade está acompanhando com interesse e muita alegria o andamento do nosso Capitulo. Rezamos para que o Espirito Santo ilumine a todas com sua luz e fortaleza. Pedimos ao Senhor que Ele conduza a reflexão das capitulares para que as decisões tomadas sejam expressão do projeto de Deus para nossa Congregação. Que Deus esteja com vocês.
Irmãs Arnhild, Maria Amália, Ana Maria, Theodora e HeloÃse